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Zona de confort, en una generación acelerada

  • Foto del escritor: Una voz diferente
    Una voz diferente
  • 29 ene 2021
  • 3 Min. de lectura

En un ambiente tan acelerado la frase: "debes salir de tu zona de confort, arriesgarte, intentar algo nuevo, superarte, vence tus temores", etc; son muy comunes. ¿Cuántos nos sentimos identificados con esas palabras? que muchas veces no son dichas por alguien más sino por nosotros mismo, tendemos a ser nuestro propio mariscal de campo que nos exige cada vez más. Pero ¿qué ocurre cuando el significado que le hemos dado a la zona de confort queda entre dicho?


Sí, en una generación de Millennials donde todo lo que se conoce es practicidad, simplicidad y rapidez nos cuesta pensar que salir de la zona de confort puede ser para muchos dominar su hiperactividad. Salir de la zona de confort va más allá de avanzar, superar miedo, perseguir y accionar por un sueño. Sobrepasar nuestra zona de confort es superar todo aquello que no nos demanda superación o consciencia, aquello que juega en contra de que escalemos más alto.


"Para muchos la Zona de confort puede ser el letargo, pero para otros puede ser el habito de no parar."

Tendemos a convertir el querer crecer en un deseo insaciable, convirtiéndonos en la peor versión de nosotros mismo. Tal vez con prosperidad y en un alto nivel laboral, pero un caos emocional y social.


Es importante detectar cuál es nuestra zona de confort y de cuál estado procedemos: Del grupo de letargo o del de hiperactividad. Ambos son peligrosos para nosotros porqué ambos nos llevarán a tomar malas decisiones o no tomar ninguna. Cuando trabajamos en salir de ese estado estático ya puede ser físico, intelectual o emocional se producen beneficios increíbles como los siguientes:


1. Confianza en nosotros.

2. Motivación.

3. Determinación a lograr un objetivo especifico.

4. Salud mental.

5. Hábitos saludables.


Estos son algunos de los tanto beneficios que nos brinda trabajar la zona de confort. El trabajar esta área no es solo con motivación requiere compromiso y esfuerzo.


La zona de confort es determinante para este año, nos quedamos en ella o conquistamos el nuevo escalón que tenemos de frente. No podemos obtener ambas cosas y si lo lográramos tenemos la probabilidad de caer por inestabilidad. El no trabajar esas áreas que nos mantienen atado en un estado que no nos demanda superación o no nos da la consciencia de nuestro estado actual, nos convierte en seres fluctuantes, sin un fin o acción firme.


Cuando somos fluctuantes conoceremos a profundidad el sentimiento de frustración por las siguientes razones:


1. Porque no hacemos nada pero aun así queremos ver resultados.

2. Hacemos mucho y no da resultado.


El primer caso es la representación de quienes accionan bajo el letargo y el segundo bajo la hiperactividad sin un orden o estrategia correcta.


La hiperactividad como el letargo son parte de la zona de confort y al ser detectadas debemos darle la importancia que merece y trabajarla. La zona de confort era vista solo como un estado de comodidad el cual no conocíamos o se nos dificultaba salir, pero hoy la conocimos de otra perspectiva, que puede ser un estado de ansiedad como el que provoca la hiperactividad, está la trataremos con más detalle en el siguiente blog.


Todo objetivo que tengamos para este año amerita que seamos valiente de salir de esa zona conocida y habituada. Crear nuevos hábitos, rutinas y rodearnos de las personas correctas; todo esto dará un plus a nuestra trayectoria.


Alimenta tu cambio interno con cambios externos.

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