¿Comunicar o pedir permiso?
- Johairy Gerardo
- 21 feb 2022
- 4 Min. de lectura
En estos días lei en un periódico una encuesta en donde señalaba que una gran parte de la población femenina sentía pedir permiso para poder salir de casa; muchos sabemos que en los hogares latino americanos la crianza predominante es la machista, y no solo por parte del hombre sino de la mujer que es la que inculca el mayor porcentaje de la crianza de los hijos.
Este tema es un tanto delicado, por lo cual intento no tocarlo mucho, ya que hay otro extremo que es el feminismo, pero este día no es para hablar de ellos y diferenciarlos y conocer su razón de ser. Sino para profundizar como formar una comunicación sana y no una crianza en la relación.
Las relaciones de pareja o matrimonio son conformadas por personas ya con un grado de madurez apropiado (o así debería ser) para poder llevar una convivencia sana y estable. En donde uno de sus pilares principales es la comunicación. La comunicación en pareja es vital para que ese matrimonio salga a flote, ya que, mediante ella es que se irán ajustando las decisiones, la manera de proceder y los pensamientos a cerca de cómo manejar la relación.
Pero desde muchos años atrás este pilar ha sido violentado y es porque ha perdido su razón principal, que ambas partes den su punto de vista y fomenten la relación juntos. Esto a provocado que las relaciones en vez de ser matrimoniales se vuelquen parentales; un error que marca de una manera negativa la relación debido a que el diseño original de una relación ha sido corrompido y esto trae problemas sumamente graves hasta en la crianza de los hijos.
Un matrimonio con un diseño parental y no matrimonial, no solo causa humillación constante al que esta siendo sometido. Todos debemos saber que la relación de padres a hijos es: Cuidadosa, restrictiva. con autoridad (No autoritaria), con reglas y amor.
Ahora bien, podemos decir, se parece a las pautas del matrimonio, sí, solo que hay una que en el matrimonio no se debe permitir y es restrictiva, como personas adultas todos deben tener una opinión y una posición firme ante lo que se quiere y quienes somos. Aunque para que una relación prospere deben haber reglas, cuidado, una posición de autoridad y amor. Estos parámetros deben llevarse como compañeros de vida, como colegas, como equipo. No como la autoridad y el que se somete, porque entonces no hay una relación o matrimonio, sino una dictadura; que como bien mencione no solo afectará la dinámica matrimonial sino la crianza de los hijos.
Cuando los niños crecen en este ambiente parental y no matrimonial, donde uno de los pilares del hogar tiene una actitud autoritaria hacia la otra pareja y los niños, esto produce un clima estresante a la familia; donde los hijos dejan de reconocer el patron correcto de un matrimonio, donde en vez de ver con autoridad al padre/ madre sometido, sienten dolor y tristeza por la posición que lleva, de esta forma los hijos reconocen que ese padre/madre es preso emocionalmente.
Cuando nos casamos o ya estamos pensando en hacerlo debemos tener muy claro cuál es el patron correcto en un matrimonio y estos son puntos de una relación sana:
1- Ambos se sienten escuchados y con la libertad de hablar.
2- Las decisiones se toman en conjunto.
3- Se comunica no se pide permiso (y aceptamos las recomendaciones, puntos de vista y observaciones de nuestra pareja).
4- Son un equipo no una anarquía.
5- Las conversaciones son llevadas a cabo con respeto.
6- Los roles están bien establecidos.
Hablando de roles, debemos tener claro que el hombre es la cabeza del hogar y en hogares cristianos es también el sacerdote, el que debe guiar, dar seguridad, providencia a su familia, inculca a la toma de buenas decisiones y el camino correcto. Pero esto no quita que la esposa tenga voz y voto ante lo que se plantea en el hogar. Muchas veces se produce que las parejas utilizan la autoridad que tiene su compañero solo cuando es de conveniencia y aquí vuelve el tema de la anarquía.
Anarquía, esta palabra también significa desconcierto, confusión, caos o barullo debido a la falta o debilidad de una autoridad. https://aleph.org.mx/que-dice-la-biblia-de-la-anarquia
En una relación siempre ambos deben tener la misma investidura de autoridad y eso es lo que se le debe transmitir a los hijos, ya que si en una relación los hijos detectan que hay uno con menos autoridad que el otro estos tomarán una actitud diferente ante el que no lo tiene. Y en muchas ocasiones se comportarán como el padre/ madre autoritario y humillarán al padre/ madre sometido.
Las relaciones más exitosas no son valoradas por los años que lleven juntos, ya eso no determina que se este llevando de la manera correcta. Las relaciones exitosas son aquellas en las que ambos se sienten parte de algo importante, donde hay igualdad, donde se sienten cómodos y pueden ser ellos mismos, donde la comunicación es un medio de escape, de fortaleza e intimidad.
Este tema es sumamente amplio y con mucha tela de donde cortar, solo quise puntualizar algunas cosas importantes para romper tantos tabus y creencias erróneas que destruyen nuestra relación/ matrimonio y a la persona que nos acompaña en el.
No es lo mismo ser SUMISO que ser SOMETIDO.
Besos,










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