Ansiedad y Fe: Por qué la ansiedad sigue en tu vida aunque ores y creas en Dios
- Johairy Gerardo

- 25 nov
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 25 nov
¿Por qué sigo sintiendo ansiedad si oro, leo la Biblia y confío en Dios?
Sé que has leído más de una vez este versículo; quizás fue una recomendación de aquella persona con la cual te desahogaste sobre cómo te sentías. Y sucede que, aunque lo hayas leído u orado, la ansiedad sigue ahí.
Eso que te sucede no es para que te sientas mal; a muchos nos pasa y nos ha pasado. Cuando esto ocurre, sentimos aún más ansiedad porque nos presionamos diciendo: “Si soy cristiano, leo la Palabra y confío en Dios, ¿por qué no se va la ansiedad de mí?” Si te has preguntado esto, este artículo es para ti.
En este artículo profundizaremos sobre el tema y veremos varias de las razones por las cuales la ansiedad sigue presente en nuestras vidas.
¿Qué es la ansiedad?
Según la psicología:
Aaron Beck: Postuló la teoría de la ansiedad en la que la ansiedad es una condición que genera preocupación excesiva e inquietud ante una amenaza.
Al leer esto quizá digas: “¿Cuál amenaza?”… Pues todo aquello que sale de tu control y es incierto.
Mi esposo menciona que la ansiedad es exceso de futuro, y es cierto: esa fascinación nuestra por querer tener el control del tiempo y de todos los acontecimientos por venir solo nos roba la paz.
Por eso la Palabra dice que no nos afanemos por el día de mañana. El Padre sabe que ese afán nos roba la paz y, sobre todo, ofende Su deidad.
Hagámonos las siguientes preguntas:
¿Creo en el poder de Dios?
¿Confío en Sus planes para mi vida?
¿Me amo más de lo que Dios me ama?
Sé que respondiste “sí” a las dos primeras preguntas y “no” a la última. Y, de ser así, entonces ¿por qué dudas?
Ver la ansiedad desde este punto de vista duele, pero inconscientemente eso es lo que mostramos cuando sentimos que todo depende de nosotros.
La ansiedad se produce debido a la falta de control sobre un acontecimiento. Entonces, cuando la ansiedad está a flor de piel en nuestras vidas, significa que estamos depositando la confianza y las fuerzas en nosotros y no en Aquel que sí puede todas las cosas.
La ansiedad viene porque no estamos depositando nuestra confianza en Dios; sin darnos cuenta, minimizamos Su grandeza.
El salmista dijo: “¿Por qué te abates, alma mía? No te olvides de ninguno de Sus beneficios.”
Ni tus padres, ni tu esposo(a), hijos, etc., tienen planes tan maravillosos para ti como Dios. Así que hoy decide creer, soltar y confiar, aun en Su silencio.
Tips para reducir la ansiedad
Ahora bien, la ansiedad puede convertirse en una condición que afecta en gran manera tu salud mental. Aquí te dejo algunos consejos para reducirla:
Crea una relación con Dios. Búscalo en intimidad, vuélvete Su amigo, hijo y siervo. Dios dirige y muestra. Si tu ansiedad es por falta de dirección, Su Palabra dice: “Busca y encontrarás; toca y se te abrirá.”
Lee la Palabra. Allí encontrarás no solo dirección, sino también palabras que calman ese torbellino de pensamientos.
Crea rutinas. La improvisación constante genera ansiedad.
Haz ejercicio. Esto ayuda a liberar oxitocina, una hormona esencial para combatir el estrés y la ansiedad.
Come saludable.
Analiza tu entorno. Si tu entorno es quejumbroso, sin metas claras, guiado por tendencias, o con una vida desorganizada, esto puede generarte ansiedad, ya que te carga de forma negativa.
Estos son solo algunos puntos que puedes tomar en cuenta para mejorar la ansiedad. Ahora bien, si has implementado estos y otros más, pero la ansiedad continúa y presentas tres o más de estos síntomas durante al menos 6 meses, es importante acudir a un profesional:
Síntomas comunes de ansiedad
Inquietud o sensación de nerviosismo: sentirse tenso.
Fatiga fácil: cansarse con facilidad.
Dificultad para concentrarse.
Irritabilidad o ataques de ira.
Tensión muscular: dolor de cabeza o muscular.
Alteraciones del sueño: dificultad para conciliar o mantener el sueño, o dormir de forma inquieta e insatisfactoria.
Gracias por llegar hasta aquí,
Bendiciones!










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